martes, 11 de junio de 2013

El fiasco de los Oscar


Como una fanática del cine, la ceremonia de los Premios de la Academia, o los Oscar, como son mejor conocidos, es una de las noches que más espero. Claramente siempre hay algo para criticar, desde el anfitrión hasta los nominados e incluso el mismo espectáculo. Siempre alguien va a estar desconforme con algo. Y los Oscar tienen una larga tradición de causar polémica.

Por lo general no suelo ser muy crítica, a excepción de alguna preferencia personal por quién tendría que haber ganado. Aprovecho para relajarme y mirar el despliegue de moda, música, cine y espectáculo que ofrece la ceremonia. Pero este año, al leer la lista de los directores nominados quedé indignada. Sí, reconozco que es un poco exagerado y soy consciente que la palabra indignada es un tanto fuerte y completamente dramática para una situación así, pero en fin, lo sentí como un ataque personal y nunca nadie me acusó de no exagerar.
Que la Academia no haya ni siquiera considerado a Ben Affleck como mejor director por su trabajo en Argo es algo que me carcome, a mí, y a muchos otros. He escuchado a varias personas y críticos sorprendidos por el mismo motivo. Y sí, es que esta “omisión” debe haber sido el mayor fiasco de los Oscar este año.

Más allá de cualquier tipo de preferencia personal hacia el actor/director, no se puede negar que hizo un muy buen trabajo al dirigir la mejor película del 2013, porque sí, increíblemente gano el premio a mejor película sin que su director estuviese nominado. Ya sabemos que su experiencia como director no es amplia y, sus anteriores películas no han recibido tanta aclamación como Argo (entre ellas se encuentran The town y Gone Baby Gone), pero las emociones que logró conseguir de los espectadores están perfectamente logradas.
Es una película que causa emoción cuando tiene que causarla, logra combinar el humor con la seriedad de la situación de una manera impecable, y por sobre todas las cosas te mantiene en el borde del asiento agarrada del apoyabrazos como si este te fuera a salvar la vida. Cuando la película terminó, termine agotada, parecía que yo misma hubiera pasado por todo lo que los personajes pasaron.

Tres fueron las veces que vi la película, y las tres veces consiguió sacarme esa misma reacción. Obviamente ya sabía cómo iba a terminar, sabía exactamente qué era lo que pasaba y en qué momento pasaba, pero eso no evitó que estuviera pegada a la pantalla desesperada por saber si lograban escapar o no. No muchas películas logran eso.


¿Con qué motivo un director que logra tantas cosas en una película no es incluido en la categoría? Para mí, una nominación es un honor más grande, es reconocer los logros, ganar el premio, es algo mucho más subjetivo. Es de ahí que se desprende mi indignación. Con tantas nominaciones con las que cabe la duda si deberían haber sido o no, ¿por qué negar una a alguien que si se la merecía?